domingo, 27 de enero de 2013

Museo Ghibli

Una de las visitas que le recomiendo a todo el mundo es la del Museo Ghibli. Para los no iniciados, el Museo Ghibli se llama oficialmente "Museo Ghibli del Bosque de Mitaka" y se encuentra en el parque de Inokashira, del que ya hablé en una entrada anterior.
En este museo se exponen obras del Studio Ghibli, famoso por sus películas de animación, como "La princesa Mononoke", "La tumba de las luciérnagas", y "El castillo ambulante" entre otras. El edificio en sí fue diseñado por el director Hayao Miyazaki, y forma parte de la colección artística. Es un sitio muy curioso, tanto por dentro como por fuera, y desborda creatividad. Desgraciadamente, no está permitido hacer fotos del interior, pero os aseguro que merece la pena. Siempre digo que son los 1000 yens mejor invertidos de todo mi viaje.



El Museo Ghibli

Lo primero que tenéis que saber es que es un poco complicado comprar las entradas. Como en tantos otros sitios en Japón (algunos teatros, por ejemplo), no puedes comprar las entradas en la propia taquilla. En la tienda 24 horas Lawson hay una máquina donde se pueden comprar las entradas para el Museo Ghibli y muchos otros eventos. En el caso del Museo Ghibli, también se pueden reservar online, cosa que os recomiendo porque los meses de verano suele estar al completo, ya que solo pueden ir un número limitado de personas por día. Recuerdo que la primera vez que estuve en Japón no pudimos ir, porque no tenían nada libre hasta septiembre. También hay algunas tiendas donde se pueden comprar entradas de reventa, un poco más baratas. Pero lo mejor sería reservarlo desde tu país (la reserva online no se puede hacer una vez estás en Japón), para asegurarte una entrada.
Una vez allí, te cambian tu entrada por la verdadera entrada al museo, que es un trozo de metraje de alguna película del Studio Ghibli. Ya solo con esto, sentí que habían merecido la pena los 1000 yens de la entrada. Esa misma entrada se puede usar en el cine que hay en el interior del museo, y que hace pases cada cierto tiempo para mostrar un corto exclusivo de ese museo (que además suelen cambiar periódicamente, así que merece siempre la pena verlo). La entrada te la sellan y te la puedes quedar (andaba yo un poco preocupada por si me la quitaban).


El gigante de "El castillo en el cielo"

Una vez entras en el museo, puedes recorrer todo el interior de forma libre, y puedes explorar a tu antojo, abrir todas las puertas y cajones, pasar por todos los pasadizos y rincones, así como las salas de exposición. Hay varias curiosidades creadas a partir de efectos ópticos, explicaciones sobre cómo se anima en el Studio Ghibli, decoraciones interactivas, un gatobús para niños, y una tienda donde venden casi cualquier cosa del Studio Ghibli, desde imanes hasta vajilla. El exterior del museo también se puede recorrer, pudiendo encontrarte con numerosos detalles que hacen del lugar un entorno único, como las esculturas de metal que hay en el tejado del edificio principal.


La entrada del museo

El museo no es muy grande, pero está lleno de escaleras y rincones curiosos, lo cual hace que la visita sea larga y entrañable.

Uno de los patios

Todo está cuidado hasta el último detalle, haciendo que cualquier objeto y perspectiva sea un regalo para la vista.

Alcantarilla

Incluso ir al baño se puede convertir en una experiencia única. Aprovechamos para tomar algunas fotos, pues no había señales que lo prohibieran.

Ventana del baño

Cenefa que decora la pared


La naturaleza también está muy presente en todo el museo, y hay muchas y muy diversas plantas.


Fachada

Aunque no podáis verlo, me gustaría insistir en que el museo es muy curioso por dentro. Una de las partes que más me gustó fue la de los despachos, que tienen mesas y un montón de material usados por los artistas del Studio Ghibli. La decoración es como un cuento de hadas, y todo está colocado de forma aparentemente caótica. Se pueden abrir los cajones y los armaritos, y muchos ocultan alguna sorpresa. Me fascinaron en especial los enormes botes llenos de lapiceros minúsculos, desgastados por el extremo uso, hasta que se hace imposible sostenerlos para seguir dibujando. Es una muestra más de lo duro que trabajan todos, pero me sorprendió porque nunca se me ha llegado a desgastar un lápiz hasta ese punto.
También me llamaron la atención varios libros que reconocí, sobre artistas españoles, y un bote de miel de azahar del Quexigal, que es mi miel favorita. Al parecer, también lo es de Hayao Miyazaki.

Vidriera

Las ventanas del museo tienen vidrieras basadas en películas del Studio Ghibli. Y de hecho, según van haciendo más películas, van añadiendo más a la decoración. Recuerdo que cuando estuve, acababan de añadir algo de "Ponyo en el acantilado". Las vidrieras se pueden fotografiar desde el exterior, pero es difícil que se vean bien, porque la iluminación no lo permite. Esta foto la saqué de una de las puertas para que pudiera verse bien.


Ventana con gatos

Entre los muchos detalles del museo, podemos encontrar un armarito con un espejo en el interior, una habitación tamaño niño, una ventana con dos gatos asomados, o una fuente que echa agua de verdad.


Fuente

Y en resumen, os recomiendo encarecidamente visitar este museo cuando vayáis a Tokyo. Se tarda medio día en verlo todo con mucha tranquilidad, y podéis pasar el resto del día por el parque de Inokashira. Estoy segura de que a todos os encantará.


jueves, 9 de agosto de 2012

Odaiba

Una de las excursiones que hice hace ya un año en Tokio fue a la isla de Odaiba. Odaiba es una isla artificial situada en la bahía de Tokio que empezó a construirse en 1853 para defender Edo (actual Tokio) de los extranjeros, y que hoy en día es una zona de ocio muy popular.
Odaiba se comunica con Tokio a través del Rainbow Bridge, que se puede cruzar andando aunque algunos meses no es recomendable debido a la contaminación que proviene principalmente del tráfico. Ni los trenes ni el metro de Tokio llegan hasta esta isla, pero se puede acceder a ella con las líneas privadas Yurikamome (una moderna línea automatizada con trenes acristalados que cruzan el Rainbow Bridge ofreciendo muy buenas vistas) y Rinkai.


La noria de Odaiba

Estuve en Odaiba hace exactamente un año, en Agosto, y aunque como se puede observar estaba nublado, la humedad del ambiente era sofocante. El bochorno era tal que algunos señores japoneses andaban sin camiseta por el litoral. Odaiba tiene playa, pero nadie se baña en ella porque la costa de Tokio está tremendamente contaminada por el puerto. Los japoneses suelen ir a la playa de Kamakura, que está algo más limpia. 

En la foto anterior podéis observar la famosa noria de Odaiba, que en su momento fue la más grande del mundo. La noria pertenece al complejo de ocio Palette Town, que tiene hasta una réplica de Venecia, y que se considera un buen sitio para tener una cita. Cuando yo fui a Odaiba, la noria aún no funcionaba debido a los terremotos y tsunamis que habían tenido lugar en Marzo (además de los posteriores cortes de luz y demás), pero ya hace tiempo que vuelve a funcionar.


Tokio visto desde Odaiba

También hay ferries que conectan Tokio y Odaiba, o que te dan una vueltecita por la bahía. Algunos son tan futurísticos como el de la foto. También se puede pescar, aunque sabiendo que los japoneses no se bañan por lo contaminada que está el agua, me pregunto si esos peces serán comestibles.
Volviendo al tema del calor, visitar Odaiba en verano es todo un reto. Tened siempre en cuenta que hace más calor que en Tokio. Y además el calor es mucho más agobiante. De hecho, también estuve en Odaiba a finales de diciembre, y pasé calor.

Fuji TV

Uno de los edificios más emblemáticos de la zona es el de la cadena de televisión japonesa Fuji TV. Puede visitarse y además siempre hay eventos promocionales alrededor del edificio, así que es un lugar bastante concurrido. No hay que olvidar que es el canal de televisión que ha emitido series tan conocidas como Rurouni Kenshin, Marco, Heidi, Dr. Slump, One Piece y Hellsing, entre muchas otras.

Cerca de este edificio también se pueden encontrar los centros comerciales AQUA CITY y DECKS, donde se encuentra el Sega Joypolis.


Torre de Tokio y Rainbow Bridge


Como curiosidad, desde Odaiba puede verse la Torre de Tokio. La línea Yurikamome pasa muy cerca, así que si volvéis a Tokio con esa línea, no olvidéis estar atentos.


Tokyo Sky Tree desde Odaiba

A pesar de estar muy lejos, también se puede atisbar, debido a su gran tamaño, la torre más alta del mundo: el Tokyo Sky Tree, que ha finalizado este año su construcción y por fin se puede visitar. Cuando yo estuve, no solo no se podía visitar, sino que además se mantenía apagada por el ahorro energético.



Siguiendo la costa de Odaiba, cerca del edificio de Fuji TV se encuentra esta réplica de la Estatua de la Libertad estadounidense. Aunque, todo hay que decirlo, es mucho más pequeña que la original.


Antorcha

A lo largo de Odaiba hay varias zonas verdes (aunque no mucha sombra), esculturas, y varias contrucciones con formas curiosas, como el museo de ciencias marítimas, que tiene forma de barco.
Para los interesados en las aguas termales, en Odaiba también se encuentra el famoso Oedo Onsen Monogatari. Desafortunadamente, no tengo mucho interés en eso de "bañarse desnudo rodeado de viejos", según leí en algún blog que no recuerdo.


Thousand Sunny

El canal de televisión Fuji TV también cuenta con un pequeño parque de atracciones para niños (y adultos), cuyas atracciones están basadas en sus series de anime más importantes. Las más visibles desde fuera son una caca gigante, de Dr. Slump, y la réplica del barco de One Piece.


Odaiba también es conocido por sus eventos de cosplay (disfrazarse de personajes de ficción). En Japón, las organizaciones de cosplay alquilan edificios (o partes de edificios) para que los cosplayers y los fotógrafos puedan dedicarse a su afición sin molestar a nadie. Normalmente hay que pagar una entrada, cuyo precio es menor si solo vas a fotografiar a los cosplayers. Te obsequian con una pegatina que te da derecho a pasear por las zonas indicadas y pedir permiso para hacer fotos o, en el caso se los cosplayers, utilizar el vestuario común. No se puede acceder disfrazado, así que no queda otra que vestirse ahí. Los cosplayers suelen llevar maletas con uno o más disfraces y todo lo necesario (maquillaje, peluca, espejos, etc.), que luego dejan en consigna. Cada organización tiene sus propias normas, pero todas coinciden en no dejar entrar o salir del recinto disfrazado, tener que usar el vestuario común para cambiarte (eso sí, hay vestuario para mujeres y para hombres), pedir SIEMPRE permiso antes de hacer una foto, y que los cosplayers paguen. Esto último me parece algo mal, quizá porque en España son los cosplayers los que acceden de forma gratuita porque dan publicidad del sitio, mientras que el resto paga. Puede que sea mi mentalidad española, pero pienso que si unos fotógrafos van a hacerles fotos a las cosplayers (fotos que luego pueden comercializar) y además hay gente que va solo para verles, deberían ser ellos los que pagaran esa entrada que cubre el gasto de alquiler y limpieza del sitio. Los pobres cosplayers se gastan mucho dinero en hacer sus disfraces.


Nicky, la aprendiz de bruja


Yo también fui a una de estas convenciones de cosplay con un par de amigas de Estados Unidos. Al menos, en esta convención también había que pagar entrada para hacer fotos. Aquí tenéis una foto de una japonesa disfrazada de Nicky, la aprendiz de bruja.


Luka Megurine y Miku Hatsune

Y aquí dos de las chicas del famoso software sintetizador de voz Vocaloid.


Además de las convenciones de cosplay, Odaiba también es famoso por las convenciones de doujinshi.
El doujinshi es una publicación producida por un grupo literario. Hoy en día se usa normalmente para referirse a publicaciones, normalmente en forma de libreto con texto y/o manga en su interior, basadas en obras populares de manga o anime, y en su mayoría hechas por aficionados. Digo mayoría, porque debido a la gran libertad que implica publicar por libre, sin la necesidad de acatar las normas de una editorial o de hacer caso a los editores preocupados por el número de ventas, muchos mangakas profesionales se sienten muy a gusto con este tipo de publicaciones y suelen sacar algo todos los años. Algunos directamente sacan series completas en este formato, para que no se cambie nada de su historia original. Además, muchos autores profesionales han empezado con este tipo de publicaciones antes de hacerse famosos:
  • Ken Akamatsu, creador de Love Hina
  • Kiyohiko Azuma, creador de Azumanga Daioh
  • Kazushi Hagiwara, creador de Bastard!!
  • Nanae Chrono, creadora de Peacemaker Kurogane
  • Yun Kouga, creadora de Loveless
  • Monkey Punch, creador de Lupin III


Hay numerosas convenciones de doujinshi a lo largo del año por todo Japón, pero las más grandes tienen lugar en el Tokyo Big Sight de Odaiba. Y entre ellas, la más importante es el Comic Market, más conocido como Comiket.

Estación de la línea Yurikamome


El Comiket se celebra dos veces al año: en agosto y en diciembre. Cada edición dura tres días, desde las 10:00 hasta las 16:00 y tienen una enorme afluencia de gente, ya que acuden todos los círculos de doujinshi más populares con nuevo material. Si estáis interesados en visitarlo, preparaos para pasar calor rodeados de mareas humanas. Cualquier preparación mental es poca ante un acontecimiento de tal magnitud.


Estación del Tokyo Big Sight

Hay varias estaciones desde las que se puede acceder al Tokyo Big Sight. Todos los trenes y estaciones estarán a rebosar de gente, así que más o menos da igual qué elegir. Recomiendo no ir a las 10, ya que la cola es enorme. Recuerdo que la última vez fui a las 11 y aún había cola para entrar, una hora después de que hubieran abierto las puertas. Normalmente yo he utilizado la línea Rinkai hasta la estación del Tokyo Kokusai Tenjijo (el nombre japonés del Tokyo Big Sight). Se supone que es la estación principal (también la más concurrida) y está especialmente decorada para la ocasión.


Tokyo Big Sight

El edificio es otra de las curiosidades de Odaiba, aunque lo que se visita realmente son los grandes recintos feriales donde se venden los doujinshi, con los círculos organizados de forma alfabética en pequeñas mesitas. Es imprescindible ir con un mapa, y si quieres algo en especial, comprar con antelación la guía del Comiket de ese año, que venden en las librerías especializadas. La guía tiene un tamaño (y peso) considerable, así que lo ideal es decidir qué ver y apuntarlo en los mapas que vienen, para no tener más problemas de los necesarios.


Cosplayers en el Comiket

Por supuesto, en el Comiket también podréis ver a numerosos cosplayers que se reúnen en los jardines de alrededor. Debido a la importancia de esta convención hay normas muy rigurosas para los cosplayers y los fotógrafos, que pueden ir variando de año en año (y de hecho cambiaron el año pasado). Pero básicamente, es lo mismo de siempre: no hacer fotos sin permiso (en este caso no se permite hacer fotos dentro del Comiket, excepto en la zona de cosplay, así que tienen que ser fotos con permiso tomadas en los jardines), no ir disfrazado fuera del recinto del Comiket, usar los vestuarios, y por supuesto pagar por ello (en el caso del Comiket solo pagan los cosplayers, y además tienen que pagar la consigna para sus maletas aparte).


Espero que os haya gustado Odaiba y que os animéis a ir. Y si habéis ido y habéis visto cosas distintas de las aquí mencionadas y os han gustado, no dudéis en recomendármelo.

domingo, 19 de febrero de 2012

Palacio Imperial y alrededores

Andando desde la estación de Tokyo se pueden visitar muchos sitios importantes.
En realidad este recorrido lo hice a la inversa, porque fui desde la estación de metro del Teatro Nacional, pero para los turistas que viajan con Japan Rail Pass, usar el tren que para en la estación de Tokio central sale gratis, mientras que para usar el metro hay que pagar.
Para llegar al Palacio Imperial tan sólo hay que salir recto por la salida indicada (cuidado con perderse por la enorme estación de Tokio) y seguir todo recto por la calle principal.





Éste es el puente que cruza por encima del primer foso del palacio. Antiguamente el área más allá del foso también pertenecía al palacio y tenía un amplio jardín. Hoy quedan algunos árboles, el río y este puente, pero hay edificios y carreteras más allá, así que parece más una zona aislada, cuando en realidad era una de las entradas al complejo.





Aquí tenéis un ejemplo de cómo es ahora esa zona. Tiene un jardín bastante moderno, y quedan algunos árboles, pero poco más.



Y tras cruzar la carretera y una zona desértica donde no hay absolutamente nada, y que antes era la zona donde los ciudadanos más importantes edificaban sus viviendas, llegamos al foso que todos reconocemos como el del Palacio Imperial. En esta zona el foso es más bajo porque es donde se encuentra la entrada y los trabajadores de palacio. Con suerte, podréis ver a los cisnes que dan vueltas por ahí. En la foto anterior podéis ver la Torre del Vigía.




Aquí tenéis otra de las entradas vigiladas del complejo: la Entrada Este. Si se va dando la vuelta siguiendo el foso, podréis ver más de cómo es el interior, e incluso otras zonas ajardinadas que han quedado fuera del complejo cerrado. Y hasta hay una zona en la que se puede entrar algunos días. Aunque cuando yo fui, no era uno de esos pocos días del año. Además hay que pedir cita para entrar con muchísima antelación, y sólo atienden en japonés. Durante el verano no se aceptan visitas, así que los turistas que van en verano no podrán entrar de todos modos.





Siguiendo el foso hacia la izquierda, llegamos por fin a lo poco que se puede ver del Palacio Imperial.
Ahí lo tenéis a lo lejos, pasado el río y el puente. Parece un bonito lugar donde vivir... supongo. También parece bastante aislado del resto del mundo... El puente que veis en la imagen lleva a la puerta de la zona más secreta del complejo y al Palacio Imperial. Se puede atisbar un poco de la puerta a la izquierda del puente.
El palacio se construyó por primera vez en la época Meiji, pero tuvo que ser reconstruido tras la Segunda Guerra Mundial, ya que fue destruido durante los bombardeos de Tokio.



Siguiendo el foso más allá del palacio se llega a la puerta principal. De nuevo, esta zona que ahora es peatonal, pertenecía antes al complejo del Palacio Imperial y sólo unos pocos podían entrar por aquí.




De hecho, había que pasar por ambas puertas para poder entrar al complejo, de modo que la seguridad era extrema. El nombre de esta puerta es Sakuradamon, y hay una estación de metro cercana que tiene el mismo nombre.





Siguiendo nuestro camino alrededor del foso, lo más que podemos ver son los enormes árboles de los jardines de palacio y alguna tortuga despistada.



Y andando un poco más allá de la estación de Sakuradamon, se llega a otro de los jardines que se pueden visitar. Éste, con una vegetación más decente, se encuentra siguiendo el foso y hace esquina con la avenida que lleva al edificio de la Dieta.




Dentro del parque hay numerosas esculturas y algunos restos interesantes. El parque se puede visitar de forma gratuita, pero cierran bastante pronto, así que tened cuidado no os vayáis a quedar encerrados dentro.




Saliendo por la parte de arriba del parque se llega al Edificio de la Dieta, que es el parlamento japonés. Si desde donde está tomada esta foto seguimos la calle hacia la derecha, se llega a la Biblioteca Nacional de la Dieta.




Detrás de la biblioteca y cruzando la calle veremos este bonito memorial, y pasado el edificio que se ve al fondo se llega al Teatro Nacional. Todo está bastante cerca y bien indicado, por lo que no debería resultar difícil. En caso de que os perdáis, hay numerosas estaciones de metro en todo el recorrido que os ayudarán a situaros.



Y por fin llegamos al Teatro Nacional, donde, si lo deseáis, podréis disfrutar de algún concierto o de una obra de Kabuki para completar el día. Yo fui a una representación de Nagauta, que costaba unos 4000 yens, unos 40€ a día de hoy.



Otro recorrido alternativo, si tenéis muchas ganas de andar, sería cruzar e ir a la izquierda tras salir por Sakuradamon y visitar el Parque Hibiya, que hace esquina con la calle del mismo nombre. Si seguís la calle (donde están todos los ministerios del gobierno de Japón), eventualmente llegaréis al Parque Shiba y el templo Zojoji, del que ya hablé en esta entrada.

O si lo preferís, mucho más cerca de Tokio se encuentra Ginza, el barrio de tiendas más caro de todo Japón.

Desde luego, Tokio tiene de todo, de modo que cualquier persona encontrará algo que le guste.

lunes, 31 de octubre de 2011

Parque de Inokashira

Sé que hace mucho que no actualizo, pero no ha sido por falta de cosas que contar, sino por falta de tiempo.
He estado ocupada con el Trabajo de Fin de Master, tuve que ir a España a defenderlo, y luego a la vuelta había perdido muchas clases y aún estoy haciendo todo lo que llevo atrasado.

Ahora mismo el tiempo en Tokyo es bastante frío... en realidad no hace tanto frío, pero ayer hacía un calor bochornoso (27ºC) y hoy bajarán las temperaturas a 11ºC, lo cual es una gran diferencia de un día para otro.

Por lo demás, me he dado cuenta de que el naranja de la Torre de Tokyo, que como sabéis veo casi todos los días de camino a la universidad, parece más naranja unos días y más rojo otros. Cuando volví a clase se veía mucho más naranja que durante el verano, pero hoy de pronto se veía rojo oscuro. La parte más alta siempre se ve roja, lo cual me hace pensar que podría tener algo que ver con la temperatura y/o la contaminación. Definitivamente la pintura es de color naranja, no roja, pero casi toda la gente que la ha visto piensa que es roja.

Y dicho esto, paso a recomendaros un interesante paseo en el mismo Tokio, no muy lejos de Shinjuku, disfrutando del enorme parque de Inokashira, un regalo del Emperador a la ciudad de Tokio, que alberga el estanque de Inokashira y el afluente del río Kanda.

Yakitori


Al ser un parque tan grande, hay varias estaciones desde las que se puede llegar a él con gran facilidad.
Como queríamos ver primero la zona de la laguna y preferimos usar el tren (JR), fuimos hasta la estación de Kichijoji en la línea Chuo y atravesamos una calle llena de tiendas y restaurantes que es muy popular entre los jóvenes de Tokio. Justo antes de bajar hacia el parque, decidimos parar para probar uno de los pinchos de pollo de este restaurante yakitori.

Barcas


Lo primero que hicimos fue cruzar la laguna, mientras veíamos a las parejitas pedaleando en sus barcas-cisne que puedes alquilar para dar una vuelta por un recinto algo limitado.
Entre el lago con las barcas y que pertenecía al Emperador, el parque me recordaba bastante al Retiro de Madrid, pero el parque d Inokashira no está tan cuidado como el del Retiro, es mucho más silvestre y natural. Además es mucho más grande que el Retiro, no pudimos llegar a ver ni la mitad del parque en una tarde.


Templo de la diosa Benzaiten

Al otro lado del estanque (por donde no pueden pasar las barcas) encontramos un templo dedicado a la diosa Benzaiten. A lo largo de toda la orilla hay numerosos bancos situados de cara al templo que suelen estar llenos de parejitas. Desde luego, parece que es una zona muy popular entre los estudiantes de instituto para llevar a la novia a pasar el día.
También es importante tener en cuenta que los árboles que hay alrededor son en su mayoría cerezos, de modo que en primavera está lleno de gente que va a ver las flores de cerezo en grupos o en parejas y se quedan a hacer un picnic.


Zoo de Inokashira


Otra de las cosas que me recordó al Retiro es que tiene un pequeño zoo, aunque éste es más grande, mejor adaptado, y por supuesto sigue en funcionamiento. Como no queríamos perder tiempo, no entramos siquiera. También hay un aquario en el parque, pero hay muchos acuarios mejores en Tokio, y si fuera a un zoo, sería al de Ueno, donde tienen más variedad y animales más grandes, como un búfalo, osos polares, osos panda, elefantes, etcétera. Aunque a mi parecer los animales disponen de muy poco espacio, pero siendo el centro de Tokio, posiblemente a los japoneses les parecerá suficiente, ya que es más grande que sus propias casas, y no se den cuenta. 


El café de la liebre


De camino hacia Mitaka. hicimos un insteresante descubrimiento: un pequeño café situado cerca de la carretera, con decoración de tetería inglesa y comida de influencia francesa, donde merendamos un set de crema fría de champiñones, crepe de jamón y queso, y té inglés. He de decir que todo estuvo delicioso y la cantidad fue más que satisfactoria. De hecho fue más bien una merienda-cena.


Parque infantil


Dentro del parque hay numerosas zonas de recreo, campos de fútbol y béisbol, fuentes, esculturas, y de vez en cuando puestos de comida, cafeterías, restaurantes y terrazas. Como dije, es tan grande este parque que a pesar de haber pasado tantas horas andando, apenas hemos visto nada.


Suroeste del parque

La parte suroeste del parque la recorre un arroyo y hay una carretera que la atraviesa.
Como véis, es un parque muy asilvestrado, pero es difícil perderse, ya que los caminos están claramente marcados y hay muchos mapas. No sé dónde acaba el camino que sigue al arroyo, porque nunca llegamos a ver el final. Vimos una señal que nos llamó la atención y la seguimos, hasta que llegamos a...




Museo Ghibli


El Museo Ghibli del Bosque de Mitaka. Más conocido como Museo Ghibli, es el museo oficial del Estudio de animación Ghibli, responsable de películas como La Princesa Mononoke, El Viaje de Chihiro y Mi Vecino Totoro, entre otras. El edificio y su interior han sido diseñados por el propio Hayao Miyazaki, y la entrada es muy barata, aunque recomiendo que se compre con antelación, antes de viajar a Japón, ya que cuando intenté ir hace tres años, ya se habían agotado todas. Realmente la visita merece la pena, el edificio es muy bonito y la exposición está cuidada hasta el más mínimo detalle.

jueves, 4 de agosto de 2011

Tokyo DisneySea

En la prefectura de Chiba, muy cerca de Tokyo, se encuentra Tokyo Disney Resort. El complejo consta de varios hoteles, restaurantes, centros comerciales, cines, y hasta un circo. Por supuesto, lo más visitado del complejo son los dos parques temáticos: Tokyo Disneyland y Tokyo DisneySea.
Tokyo Disneyland es el parque temático de Disney más clásico, y es muy parecido al que existe en París, aunque es más antiguo que éste. Cuenta, entre otras cosas, con el famoso palacio de la Cenicienta, It's a Small World, y Space Mountain. Hasta hace tres años, Tokyo Disneyland era el parque temático más visitado del mundo.
Más joven es el parque de Tokyo DisneySea, por supuesto. Construido hace 10 años, y el parque temático más caro del mundo, Tokyo DisneySea tiene como tema principal lo náutico y es uno de los parques temáticos de Disney más visitados del mundo. Se creó con la idea de ser un parque temático para adultos, lo cual se refleja en el hecho de que en Tokyo DisneySea se puede comprar cerveza, mientras que en Tokyo Disneyland es imposible comprar ningún tipo de alcohol.


Entrada a Tokyo DisneySea con el AquaSphere


Tokyo DisneySea se construyó sobre una isla artificial en la bahía de Tokyo y tiene siete áreas temáticas o puertos separados por canales de agua de mar.

Entrada al Puerto Mediterráneo


El primer puerto que encontramos al entrar es el Mediterráneo. Como podéis ver, el área mezcla varios estilos del Sur de Europa. Además, cuenta con una zona de canales con góndolas, al estilo Veneciano, y por supuesto, tiene numerosas tiendas, y uno de los dos únicos hoteles Disney que se encuentra en el interior de un parque temático.

Lago central con el Monte Prometheus

De frente nos encontramos con el gran lago central, desde donde avistamos la Costa Árabe, y el Monte Prometheus al fondo, que es el símbolo de este parque. Siguiendo por la izquierda cruzamos el puente sobre el canal veneciano y llegamos a Los Muelles Americanos, que imita al Nueva York de principios del siglo XX.

Tiendas en El Muelle Americano

En esta zona hay una tienda de souvenirs especializada en los ositos Duffy, que se venden mucho en Japón. Si vais a Tokyo Disney Resort, los veréis por todos lados. El oso en cuestión es una adaptación japonesa de un peluche que se vendió en Orlando hace años y que no tuvo mucha aceptación llamado The Disney Bear. La empresa encargada de Tokyo Disney Resort (que no es Disney), tomó este oso y le dió un nombre y una historia, convirtiéndolo en Duffy, el osito que Minnie le regaló a Mickey Mouse antes de que éste zarpara en barco para hacer un largo viaje. Desde entonces, Duffy se ha hecho increíblemente famoso. Hay Duffy chico y Duffy chica, de todos los tamaños, y además puedes comprarles la ropa que desees y vestirlos. Sinceramente, nunca había visto nada que se vendiera tanto en mi vida. Casi todos los japoneses tenían uno, la mayoría dos, y los paseaban por el parque haciéndose fotos con ellos. Ahora hay hasta lugares especiales donde puedes poner el peluche para hacerle una foto a él solo, al estilo de la película Amélie. Según paseábamos por el parque, veíamos a parejas con cantidades ingentes de peluches y cada uno vestido de manera distinta. Hasta vimos a dos disfrazados de Woody y Buzz Lightyear. Después de hacerse tan famoso en Japón, Duffy se volvió a reintroducir en los Estados Unidos, luego en Hong Kong, y a partir de este verano también se vende en Disneyland Paris.

La Torre del Terror





Mi atracción favorita de Tokyo DisneySea se encuentra en esta zona, cerca del puerto donde está el gran crucero. Se trata de la Torre del Terror, construida dentro del supuesto Hotel Hightower. La atracción es, hasta la fecha, la mejor "casa encantada" que he visto, aunque el tema difiere un tanto de las casas encantadas tradicionales. La historia que te cuentan es que hay un espíritu que mató al propietario del hotel, haciendo que el ascensor cayera al vacío. La historia te la cuenta el fantasma del anterior propietario, y hay una interesante desmostración con vidrieras que hablan y objetos que desaparecen antes de meterte en el ascensor. Hay tres ascensores que siguen distintos itinerarios, y una vez estás dentro el ascensor te va subiendo poco a poco. De vez en cuando se abren las puertas y puedes ver el resto del parque desde las ventanas. El interior está todo pintado de negro y el ascenso es lento, pero que no os engañen, que el ascensor sube hasta arriba, y luego ves una luz verde y caes al vacío en una total oscuridad. Cuidado con las cosas que llevéis porque flotan.


El Monte Prometheus en erupción

Cruzando uno de los puentes nos acercamos al Delta del Río, que es un puerto sudamericano, y pudimos ver el Monte Prometheus entrar en "erupción". Como decía antes, el símbolo de Tokyo Disneyland es, al igual que en París, el castillo de Cenicienta, y el Monte Prometheus, en el centro de Tokyo DisneySea, tiene exactamente la misma altura que el castillo. Cuenta con erupciones programadas, y en su interior hay una atracción que mencionaré más adelante.

El faro

Según vas pasando hacia la zona de América del Sur, el ambiente se vuelve más sureño, con cactus y pequeños pueblos, con su faro y todo, hasta que llegas a la zona mexicana, con restaurantes varios, y luego a la parte inspirada en la cultura inca.

Puerto del Descubrimiento

Antes de llegar, sin embargo, hay que pasar por la zona del Puerto del Descubrimiento, donde hay un tren, una atracción de agua (que parece una especie de coches de choque cuando lo ves desde fuera, pero en realidad siguen un movimiento programado y dan muchas vueltas), y el Stormrider, un simulador de paseo, en el que eres parte de la tripulación de un helicóptero que se va a adentrar en una tormenta para destruir un tornado que va a arrasar los Estados Unidos usando un dispositivo especial. Por supuesto, las cosas se complican, y lo que iba a ser un tranquilo viaje para mostrarte el poder del dispositivo, una vez estuvieras a salvo en la distancia, acaba siendo una pesadilla dentro del tornado. Está bastante curioso, y me lo pasé muy bien viendo las reacciones de mis amigas, que ya nada más entrar sospechaban algo porque los asientos estaban mojados...


La Aventura de Indiana Jones

Dentro de esta pirámide se encuentra otra de las atracciones más famosas del parque, que está basada en las aventuras de Indiana Jones. Recomiendo empezar con esta atracción nada más entrar, y conseguir un Fast Pass para la Torre del Terror, porque las colas pueden ser interminables. El Fast Pass es un ticket que debes conseguir en unas máquinas que están cerca de las atracciones más visitadas, y que consiste en un ticket extra con el que puedes saltarte gran parte de la cola si vas a la hora que te indican. Por supuesto, el número de Fast Pass es limitado, y no puedes pedir muchos, así que hay que pensar bien si compensa pedirlo o esperar.


Raging Spirits

Al lado de la atracción de Indiana Jones se encuentra Raging Spirits, una montaña rusa con un looping o giro de 360º tras atravesar humo y vapor. Estas dos atracciones son las que están más al fondo del parque, así que el siguiente puerto, que es la Costa Árabe, está a la derecha del parque.

Costa Árabe


La zona árabe tiene, por supuesto, mucha influencia de la película Aladdin (y un poco de Las 1001 Noches), y cuenta con un bonito Bazaar, y un palacio con fuente incluida. Es muy relajante, y las atracciones son tranquilas, con varios teatros y un tiovivo. Muy cerca de esta zona, y hacia el centro del parque se encuentra la Laguna de las Sirenas.



La Laguna de las Sirenas


La Laguna de las Sirenas también está ideada alrededor de un clásico de Disney, en este caso La Sirenita. Hay varias atracciones en el exterior, pero en el interior del Palacio de Tritón , que está decorado como si fuera el fondo del mar, hay muchas más, además de un restaurante y una tienda que tiene la curiosidad de entontrarse dentro de la ballena que se tragó a Pinocho.
Justo al lado de esta zona, y también en el centro del parque, tenemos La Isla Misteriosa.

La Isla Misteriosa

La Isla Misteriosa es la zona que está en el volcán, y tiene una estética bastante steampunk. Las atracciones se basan en las obras de Jules Verne, entre otras "20000 leguas de viaje submarino" y "Viaje al centro de la Tierra". Son dos de las atracciones más visitadas del parque, y personalmente, considero que Viaje al centro de la Tierra es mi segunda atracción favorita (después de La Torre del Terror). La primera es un viaje submarino dentro de un mini-nautilus (la pena es que hay tres sitios dentro de cada uno, pero el único que se ve bien es el del centro), y la segunda es un emocionante viaje subterráneo (hay que bajar en un ascensor y todo) al centro de la tierra, con fuego y robots de última generación, en una montaña rusa que está oculta en el interior del volcán., y que ya mencioné anteriormente.

Por último, hay muchos espectáculos que disfrutar en Tokyo Disney Sea. Hay muchos teatros con distintas funciones de todo tipo, pasacalles, desfiles, etcétera. El show más visitado es sin duda el Big Band Beat en el Puerto Americano, que es un musical al más puro estilo Broadway (y sí, es en inglés), y que siempre consigue aforo completo. Los bailarines y cantantes son muy buenos, sin duda, y además el musical cuenta con la presencia de varios personajes Disney como Mickey, Minnie y Marie, de Los Aristogatos. Siempre que voy a Tokyo Disney Sea veo esta actuación, y siempre me fascina cómo alguien  que lleva un disfraz de Mickey puede tocar la batería de ese modo. Ver para creer.

Este año hay un espectáculo nuevo por la noche,: Fantasmic. Un show de luces en el centro del lago. Desfortunadamente, aunque hice videos, no se ven muy bien porque estaba en el Puerto Americano. Es mejor verlo desde el Puerto Mediterráneo, pero la cantidad de gente que quiere verlo desde ahí hizo que fuera imposible acercarse siquiera.
Alguien ha subido un par de videos a youtube, así que os los dejo aquí, por si queréis verlos: