lunes, 31 de octubre de 2011

Parque de Inokashira

Sé que hace mucho que no actualizo, pero no ha sido por falta de cosas que contar, sino por falta de tiempo.
He estado ocupada con el Trabajo de Fin de Master, tuve que ir a España a defenderlo, y luego a la vuelta había perdido muchas clases y aún estoy haciendo todo lo que llevo atrasado.

Ahora mismo el tiempo en Tokyo es bastante frío... en realidad no hace tanto frío, pero ayer hacía un calor bochornoso (27ºC) y hoy bajarán las temperaturas a 11ºC, lo cual es una gran diferencia de un día para otro.

Por lo demás, me he dado cuenta de que el naranja de la Torre de Tokyo, que como sabéis veo casi todos los días de camino a la universidad, parece más naranja unos días y más rojo otros. Cuando volví a clase se veía mucho más naranja que durante el verano, pero hoy de pronto se veía rojo oscuro. La parte más alta siempre se ve roja, lo cual me hace pensar que podría tener algo que ver con la temperatura y/o la contaminación. Definitivamente la pintura es de color naranja, no roja, pero casi toda la gente que la ha visto piensa que es roja.

Y dicho esto, paso a recomendaros un interesante paseo en el mismo Tokio, no muy lejos de Shinjuku, disfrutando del enorme parque de Inokashira, un regalo del Emperador a la ciudad de Tokio, que alberga el estanque de Inokashira y el afluente del río Kanda.

Yakitori


Al ser un parque tan grande, hay varias estaciones desde las que se puede llegar a él con gran facilidad.
Como queríamos ver primero la zona de la laguna y preferimos usar el tren (JR), fuimos hasta la estación de Kichijoji en la línea Chuo y atravesamos una calle llena de tiendas y restaurantes que es muy popular entre los jóvenes de Tokio. Justo antes de bajar hacia el parque, decidimos parar para probar uno de los pinchos de pollo de este restaurante yakitori.

Barcas


Lo primero que hicimos fue cruzar la laguna, mientras veíamos a las parejitas pedaleando en sus barcas-cisne que puedes alquilar para dar una vuelta por un recinto algo limitado.
Entre el lago con las barcas y que pertenecía al Emperador, el parque me recordaba bastante al Retiro de Madrid, pero el parque d Inokashira no está tan cuidado como el del Retiro, es mucho más silvestre y natural. Además es mucho más grande que el Retiro, no pudimos llegar a ver ni la mitad del parque en una tarde.


Templo de la diosa Benzaiten

Al otro lado del estanque (por donde no pueden pasar las barcas) encontramos un templo dedicado a la diosa Benzaiten. A lo largo de toda la orilla hay numerosos bancos situados de cara al templo que suelen estar llenos de parejitas. Desde luego, parece que es una zona muy popular entre los estudiantes de instituto para llevar a la novia a pasar el día.
También es importante tener en cuenta que los árboles que hay alrededor son en su mayoría cerezos, de modo que en primavera está lleno de gente que va a ver las flores de cerezo en grupos o en parejas y se quedan a hacer un picnic.


Zoo de Inokashira


Otra de las cosas que me recordó al Retiro es que tiene un pequeño zoo, aunque éste es más grande, mejor adaptado, y por supuesto sigue en funcionamiento. Como no queríamos perder tiempo, no entramos siquiera. También hay un aquario en el parque, pero hay muchos acuarios mejores en Tokio, y si fuera a un zoo, sería al de Ueno, donde tienen más variedad y animales más grandes, como un búfalo, osos polares, osos panda, elefantes, etcétera. Aunque a mi parecer los animales disponen de muy poco espacio, pero siendo el centro de Tokio, posiblemente a los japoneses les parecerá suficiente, ya que es más grande que sus propias casas, y no se den cuenta. 


El café de la liebre


De camino hacia Mitaka. hicimos un insteresante descubrimiento: un pequeño café situado cerca de la carretera, con decoración de tetería inglesa y comida de influencia francesa, donde merendamos un set de crema fría de champiñones, crepe de jamón y queso, y té inglés. He de decir que todo estuvo delicioso y la cantidad fue más que satisfactoria. De hecho fue más bien una merienda-cena.


Parque infantil


Dentro del parque hay numerosas zonas de recreo, campos de fútbol y béisbol, fuentes, esculturas, y de vez en cuando puestos de comida, cafeterías, restaurantes y terrazas. Como dije, es tan grande este parque que a pesar de haber pasado tantas horas andando, apenas hemos visto nada.


Suroeste del parque

La parte suroeste del parque la recorre un arroyo y hay una carretera que la atraviesa.
Como véis, es un parque muy asilvestrado, pero es difícil perderse, ya que los caminos están claramente marcados y hay muchos mapas. No sé dónde acaba el camino que sigue al arroyo, porque nunca llegamos a ver el final. Vimos una señal que nos llamó la atención y la seguimos, hasta que llegamos a...




Museo Ghibli


El Museo Ghibli del Bosque de Mitaka. Más conocido como Museo Ghibli, es el museo oficial del Estudio de animación Ghibli, responsable de películas como La Princesa Mononoke, El Viaje de Chihiro y Mi Vecino Totoro, entre otras. El edificio y su interior han sido diseñados por el propio Hayao Miyazaki, y la entrada es muy barata, aunque recomiendo que se compre con antelación, antes de viajar a Japón, ya que cuando intenté ir hace tres años, ya se habían agotado todas. Realmente la visita merece la pena, el edificio es muy bonito y la exposición está cuidada hasta el más mínimo detalle.

7 comentarios:

  1. Parece un lugar muy agradable :)
    Así que naranja! XD Increíble :D Hasta las clamp la ponen roja no?
    Me gusta el café ese de la liebre ;)

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  2. Lo era, a pesar del calor bochornoso...
    Es que realmente se ve roja. Tienes que acercarte mucho para ver que es naranja. Y sólo las patas, porque las zonas altas se siguen viendo rojas.
    Pues vamos un día si quieres ;)

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  3. ¿Las carpas de Inokashira son igual de fieras que las del Retiro? :O

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  4. Eso es imposible, las carpas del Retiro son una especie aparte entrenada para matar. Yo creo que si metes a las de Inokashira en el Estanque del Retiro, no sobreviven ni media hora. Posiblemente por la de mierda que hay. Luego las autóctonas se comerán los cadáveres.

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  5. Para después terminar eructando con violencia. Son muy bestias. Seguro que con tanta endogamia y desenfreno caníbal han terminado contrayendo la "enfermedad de las carpas locas".

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  6. La contrayeron hace 50 años y han evolucionado. Ahora hasta tienen su propio idioma y memoria colectiva

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  7. Pero siguen hablando catalán en la intimidad. Y lo sabes.

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